Rechazo totalmente la medida tomada por mis compañeros de la Sala de estudiantes de Literatura que han llevado a cabo una denuncia pública a través del diario El País.
El artículo publicado el 3 de diciembre de 2009 no solo ataca a una docente mediaticamente (cuando el problema estaba siendo tratado formalmente como corresponde ante las autoridades), sino que también muestra una escasa conciencia en materia académica e intelectual refiriéndose tanto a los estudiantes como a los docentes que se han recibido en los últimos años, como incapaces de su autoformación; asumiendo que la formación solo acaba con el dictado de clases de un profesor sin mantener el respeto y el valor que se le debe a todos los estudiantes y docentes que se esforzaron y lograron capacitarse para trabajar los clásicos con sus alumnos a través de su propia capacidad de investigación y estudio.
En dicho artículo los compañeros Juan Pablo Becerra y Alejandra Cañete, como coordinador suplente y miembro de la comisión de regularización docente respectivamente, dan testimonio de la situación sobre la profesora Mastalli. Mi rechazo absoluto no solo tiene que ver con que no considero esta forma de denuncia como un medio de acción y solución sino que su actitud es una gran falta de respeto ante todos los estudiantes de Literatura del IPA por hablar bajo el nombre de la Sala cuando ni los estudiantes, ni los miembros de la comisión de regularización ni la coordinadora fueron previamente consultados. Además se olvidaron del gran número de compañeros que firmaron cartas dirigidas a las autoridades considerando que ese era el medio adecuado con el cual obtendríamos resultados.
La política con que veníamos trabajando activamente los estudiantes de la Sala se contradice absolutamente con esta actitud, ya que en toda las reuniones y discusiones parecía tenerse el común acuerdo de que los problemas académicos y estudiantiles serían tratados en forma interna y no necesitábamos de los medios de comunicación ajenos a la sala para obtener soluciones.
Por estos motivos me encuentro absolutamente sorprendida con la actitud de mis compañeros que según me comentaron no son ellos dos los únicos que se movilizaron para que este artículo fuera publicado sino que hay más compañeros que sin nombres presentes trabajaron para ello.
Por considerarlo una actitud que no favorece al desarrollo académico y educativo, porque no atestiguaron solo bajo su nombre sino que aparecieron como representantes de la Sala de estudiantes sin consultarlo a todos los que en ella se representan y porque la mediatización de este problema a través del diario El País tiene un alto impacto a nivel social, sugiero que se discuta sobre el problema y las responsabilidades.
Mi intensión no es un pedido de renuncia hacia ellos, pues si la mayoría de los estudiantes apoyan esta actitud deberán continuar como adecuados representantes, pero desde ya manifiesto que personalmente no estoy de acuerdo con estas acciones verticales y que si se avalan ya no tendré más motivos para continuar trabajando junto a ellos.
Karina Valles
Coordinadora de la Sala de Estudiantes
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